lunes, 27 de febrero de 2012

Un siroco de frescor

Se ha ideado un prototipo que toma como premisa la representación del viento junto con la interacción de dos sentidos: el tacto y el olfato.


Una premisa fundamental fue la consideración del viento como agente transportador de partículas para así idear un elemento capaz de esparcir dichas partículas olorosas en un ambiente determinado.

 

Prosiguiendo este juego interactivo entre el viento y el hombre, se dio una vuelta de tuerca más, planteando una generación forzada de viento en sentido vertical, para impulsar las partículas aromáticas al ambiente.
El sentido del tacto debido al viento originado por el ambiente interior del inmueble y la generación de corriente a través de un molinillo horizontal.

El sentido del olfato interactúa como consecuencia de la corriente del molinillo y la caída libre periódica de partículas de un líquido con aroma refrescante.


El aroma suspendido por la gravidez se vuelve a elevar y se dispersa en las inmediaciones  transformado en partículas de ínfimo tamaño generando una sensación de frescor, lo que origina un dispar de sensaciones al individuo que transita por el lugar.

A tal efecto, y empleando como hélice impulsadora un molinillo infantil movido por una turbina-dinamo de corriente continua impulsada por una pila de petaca o taco de 4,5V, oculta como todo el circuito eléctrico en el interior de un paralelepípedo que sirve de soporte al artilugio.



Las partículas aromáticas son liberadas sobre el molinillo gracias a un goteo quirúrgico que, con una cadencia determinada y al ritmo que se pretenda, deja caer las fragantes gotas para su difuminación ambiental.

El líquido aromático se alberga en un tanque (en nuestro caso, un cubilete metálico cilíndrico), suspendido sobre las hélices mediante una estructura metálica.


Cuando se huele algo se evoca la memoria emocional, se puede relacionar las emociones. El sistema límbico donde se encuentra el centro de las emociones está relacionado con el hipotálamo, la parte del cerebro que esta comunicado con las glándulas sexuales.


También se ha planteado la posibilidad de trasladar el prototipo al entorno urbano, a una escala adecuada (fuente, escultura...), para proseguir con este juego interactivo de los sentidos, aplicándolo al estado de ánimo de los transeúntes. El efecto psicológico de atracción de los aromas también juega un papel preponderante en su ubicación en el entorno de determinados comercios.